Marcos Roig: «Nuestro mayor miedo es que se frene todo lo que ya estaba planeado»

marcos roig gurpo roig
Marcos Roig durante el congreso Expo Foodservice / Hostelshow 2018. (Madrid) Foto: Guillermo Navarro

María Veiga

El impacto de la crisis del coronavirus en las pequeñas y medianas empresas de nuestro país es todavía incierto, aunque sus consecuencias se prevén graves. Pese a la situación tan delicada, algunos actores del sector horeca han accedido a hablar con nosotros para contarnos de primera mano cómo están, qué van a hacer o cuáles serán las medidas a adoptar para paliar los efectos a corto, medio y largo plazo.

Este ha sido el caso de Marcos Roig, director Comercial de Grupo Roig, quien nos ha atendido vía telefónica para detallarnos en qué situación se encuentra el Grupo Roig. “De momento hay que esperar. Al cerrar los restaurantes lógicamente a nosotros nos va a afectar, pero también tenemos otros sectores como la alimentación, las fábricas cercanas u otro tipo de clientes que nos van ayudando. Por suerte, que los restaurantes no estén abiertos no implica que no podamos seguir montando cocinas”

—¿El hecho de que sea equipamiento y no restauración les ayuda a tener movimiento?

—Por decirlo de algún modo, tenemos un 50% de movimiento. El otro 50%, que es el mantenimiento, está parado. Nosotros seguimos con los proyectos que ya teníamos en marcha, pero nuestro mayor miedo es que se frene lo que estaba planeado. El empresario que tiene dinero ahorrado, probablemente ahora prefiera guardarlo porque no sabe qué va a pasar en unos meses. Esto nos implicará muchos proyectos que se demoren y otros que se frenen definitivamente.

—¿Tiene en mente tomar alguna medida respecto a sus trabajadores?

—Yo creo que parar 15 días no debería matar a nadie. Si alguna empresa quiebra por detenerse dos semanas es, probablemente, porque ya lo estaba pasando mal de antes, no era sólida. Nosotros de momento vamos a esperar a ver las ayudas que nos ofrece el gobierno y, si estas no nos convencen o vemos que no nos van a ayudar lo suficiente, enviaremos a algún trabajar al paro de manera temporal, siempre pensando en volver a contratarlo a los dos o tres meses. Lo que no podemos hacer es descapitalizarnos por esta situación.

instalacion restaurante nado del grupo roig
Instalación del Grupo Roig en el restaurante Nado (La Coruña)

—¿Cuántos trabajadores conforman ahora mismo Grupo Roig?

—Nosotros somos 21 y, a bote pronto, tenemos trabajo para un poco más de la mitad. En estos primeros 15 días del estado de alarma estamos aprovechando para limpiar y recoger el almacén, por ejemplo, que es un trabajo que hay que hacer. Pero, claro, no es productivo,  no es de estar facturando y eso es un gran problema. Cuando mandas a alguien al paro no es porque quieras, sino porque realmente no tienes trabajo que darle.

—¿Qué cree que va a pasar con los proyectos que tenían apalabrados pero no firmados?

—Los que teníamos sin confirmar van a parar seguro. Si alguien me iba a llamar durante esta semana o la que viene no lo va a hacer. Con el miedo que hay, el dinero se va a guardar, no van a pedir créditos. Creo que los que iban a reformar la cocina o a hacer cambios después del verano ahora no lo harán, porque necesitarán ese dinero para pagar a los trabajadores que tengan y para recuperar lo perdido en este tiempo que estemos así.

—¿Cree que con todo esta situación inusual, el año está medio perdido a nivel beneficios?

—La verdad es que creo que los beneficios de este año se van a convertir en nada. Todo lo que venga positivo será para equilibrar la balanza de estos días o meses que esté todo parado. Que tengas que pagar alquiler o hipoteca, nóminas de dos o tres empleados en el mejor caso, además de perder producto que tenías en nevera y la Semana Santa que es un pico de consumo muy alto, es muy complicado.