Un informe de la compañía The NPD Group revela que la restauración organizada cerró 2021 con unas ventas de 7.576 millones de euros en nuestro país. Esto es solo un 1% por debajo del negocio previo a la pandemia de la Covid-19. Además, la restauración organizada elevó su cuota de mercado hasta el 31,4% del total de la restauración comercial, casi siete puntos más que en 2019.
Durante la XIII edición de Restaurant Trends, Edurne Uranga, directora de Foodservice de The NPD Group en España, ha puesto en valor estos datos obtenidos en el último informe de la compañía. En los últimos diez años las cadenas de restauración han duplicado su peso en el mercado y lo mejor es que todavía les queda recorrido para seguir creciendo.
Para acelerar esta recuperación del sector, en el foro Edurne Uranga ha presentado el perfil del consumidor pospandemia a través de un decálogo en el que profundiza en lo que caracteriza a este nuevo tipo de consumidor.
El nuevo consumidor es mucho más optimista y marquista
Para comenzar, hay que destacar la alta propensión al consumo del cliente español. Los datos corroboran que el mercado español de restauración fue uno de los más dinámicos del año pasado, con mejor resultado que Francia, Alemania e Italia respecto a 2019. El nuevo consumidor es optimista y según un estudio de NPD del pasado diciembre, el 65% de los entrevistados espera gastar igual o más en restauración en este 2022.
Además, el nuevo consumidor muestra un gran gusto por las marcas. En este sentido Edurne Uranga ha manifestado: “La restauración de marca ha conseguido defenderse, adaptarse y resistir mucho mejor a esta crisis sanitaria que el canal independiente. Su esfuerzo por seguir aumentando su red de establecimientos y adaptando su oferta a las nuevas necesidades del cliente, le han ayudado a ganar relevancia entre las preferencias del consumidor”.
Otro aspecto a destacar de este nuevo perfil es que es menos fiel, y esto no es consecuencia directa de la pandemia, sino que ha sucedido de forma orgánica como resultado de las propias acciones de las compañia. Por ello, resulta clave entender qué quieren los fans de las marcas de restauración para poder ofrecérselo mediante programas de fidelización, menú, precio o ubicaciones.
La adaptación a nuevas rutinas y hábitos de consumo en restauración
El nuevo consumidor presenta hábitos de consumo y rutinas diferentes a las que tenía prepandemia. Aunque siete de cada diez trabajadores en España han vuelto a trabajar al 100% presencial, los momentos de desayuno y comida entre semana se ven afectados. Los datos muestran una pérdida de más de 160 millones de visitas en cada una de estas franjas en los dos últimos años en foodservice.
Los nuevos horarios también han supuesto que no se puedan implementar las mismas estrategias de aperturas cuando se trabaja en sala que cuando es delivery. Mientras que las cenas en sala se han adelantado (la tercera parte se hacen antes de las nueve de la noche), en delivery el negocio se concentra en horas más tardías.
Los nuevos estilos de vida están desplazando el tráfico hacia nuevas ubicaciones. Espacios como centros comerciales o áreas de oficinas están perdiendo muchas visitas, y esto impacta de gran manera a la restauración de marca, ya que representa el 73% del gasto en foodservice en centros comerciales.
Hay que destacar que el nuevo consumidor se caracteriza por ser omnicanal. Esto se explica porque ha crecido el consumo fuera del local, pero el consumo en sala pesa casi el doble. Los pedidos para llevar o a domicilio alcanzaron los 10.000 millones de euros en venta. Sin embargo, el consumo en local sigue representando dos tercios del gasto de los españoles en restauración.
Un perfil digital y concienciado con la sostenibilidad
El consumidor español es un cliente digital, pero lo es más allá del delivery, ya que está acostumbrado a consultar menús mediante código QR, pagando contactless con tarjeta bancaria o a través de móvil, o realizando pedidos en kioskos digitales.
Además, el nuevo perfil aboga por una nutrición consciente. De hecho, el 63% de los consumidores sigue algún tipo de dieta. Son muchos los españoles que optan por disminuir el consumo de carne en su alimentación (el 28%), así como por dietas bajas en azúcares (el 26%) o carbohidratos (el 14%).
El nuevo consumidor se preocupa por la sostenibilidad y quiere que los restaurantes sean sostenibles. Los datos muestran que siete de cada diez españoles creen que los restaurantes se deben enfocar más en la sostenibilidad.
Entre las acciones más demandadas están la preferencia por productores locales, la reducción del desperdicio, el uso de alimentos de temporada, los salarios juntos para los trabajadores o la reducción de envases de plástico, entre muchas otras.
Una vez conocidas las peculiaridades del nuevo consumidor español, el sector puede aprovechar este conocimiento para adaptarse a los cambios y continuar con su recuperación tras la pandemia.