La creciente preocupación por la salud y la sostenibilidad alimentaria ha hecho que los hábitos de consumo estén cambiando de manera rápida en Europa. Tras casi una década de declive del consumo de zumo en el viejo continente, los datos y análisis de la industria de zumo empiezan a reflejar un profundo cambio de tendencias, con el crecimiento a doble dígito de nuevas categorías de zumo como el zumo recién exprimido en tienda. Esta evolución se plasma en mercados como España, Francia o en Reino Unido. Unas tendencias impulsadas de manera directa por partners que han apostado por maquinaria para este segmento, como es el caso de Zumex.
El zumo recién exprimido directamente en tiendas crece un 12% en litros y un 15% en valor, una cifras positivas que contrastan con la caída del 4,2% en volumen y un estancamiento en valor del sector de zumos néctares, según datos del Índice de regularidad Internacional (IRI).
Así, los datos del sector demuestran que el consumidor sigue apostando por los zumos cítricos, pero cada vez más, en su forma más natural y a través de una experiencia self-service, en la que el usuario es el protagonista en la elaboración inmediata a partir de naranjas, pomelos o limas naturales. De hecho, estas preferencias llevan aparejadas un incremento en el valor del segmento, este alcanza un precio medio de 3.41 euros por litro y ya es el que más valor genera para el sector del zumo.
En este contexto de contraposición de tendencias, Zumex ha jugado un papel muy importante. “El zumo recién exprimido está creciendo a doble dígito en Europa en comparación con el declive del resto de segmentos, la apuesta de los consumidores es clara en países como España, declarado el país más saludable del mundo recientemente, Francia o Reino Unido” destaca Víctor Bertolín, CEO de Zumex Group.
El proyecto de la firma comenzó precisamente con la innovación en sistemas de exprimido que han demostrado ser eficaces para potenciar tanto la creación de un segmento de zumos, como el consumo de todos los cítricos, independientemente de su aspecto o calibre, para así evitar el desperdicio alimentario de todas esas frutas y hortalizas consideradas “ugly foods”, productos que han sido rechazados en el mercado por razones estéticas.
