La hostelería de nuestro país ha facturado un 60% menos en pagos con tarjeta durante el mes de junio con respecto al mismo periodo del año anterior. Así se desprende de un estudio de UniversalPay, compañía de pagos físicos y digitales.
Según la compañía, además, esta caída en la facturación global del sector podría ser mayor, teniendo en cuenta que, una vez abiertos los negocios en la desescalada y con la llegada de la nueva normalidad, se favorecían los pagos con tarjeta en detrimento del pago en efectivo.
Por comunidades autónomas, las autonomías que más han acusado las pérdidas con respecto a junio de 2019 han sido los dos archipiélagos, con una caída del 72% en el canario y del 71% en el balear, y Extremadura, con un 70% menos de facturación en relación al mismo periodo del año pasado.
Menores caídas
Por contra, la hostelería murciana, la gallega y la riojana son las que han registrado menores caídas, aunque las cifras de facturación en los pagos con tarjeta durante el mes de junio indican caídas del 38%, 40%, y 42%, respectivamente.
Por su parte, País Vasco con el 65% menos, Navarra con un descenso del 64% y Cantabria con el 62% menos, también han sufrido pérdidas en la facturación superiores a la media nacional. Rondando la media de caídas de todo el país, se encuentran Castilla y León y Aragón, con unas caídas en la facturación del 59% y 58%, respectivamente, durante el mes de junio.
Asimismo, los sectores hosteleros catalán y andaluz han descendido un 54% cada uno en facturación a través de pagos con tarjeta, y la hostelería madrileña en un 52%. La Comunidad Valenciana ha sufrido pérdidas del 50% con respecto al mismo periodo del año anterior y Castilla-La Mancha ha facturado un 48% menos.
El análisis de UniversalPay revela además que la hostelería española ha facturado en transacciones con tarjeta casi un 80% menos en el segundo trimestre de 2020 con respecto al mismo periodo del año anterior. Después de un abril completamente nefasto para el sector, la facturación apenas remontó. En mayo, con el inicio de la desescalada, con algunos locales abiertos preparados para la realización de pedidos para llevar y con terrazas abiertas al 30%, la facturación sufrió una caída del 83% de media con respecto a mayo de 2019.