Los mayores de 50 años han generado unas ventas de 9.598 millones de euros en el último año (1 de abril de 2018 a 31 de marzo de 2019), según la empresa de investigación de mercados The NPD Group. El negocio propiciado por este segmento ha aumentado cerca de un 2% en los últimos doce meses, en línea con el crecimiento del mercado, y concentra casi un tercio (31,5%) de las ventas totales del sector.
Sin embargo, en términos de tráfico, los mayores de 50 años han perdido cierto peso y copan el 28,8% de las visitas a los establecimientos de restauración, frente al 29,6% del año anterior, al orientarse a consumos de mayor gasto medio por persona.
El consumidor sénior frecuenta más las cafeterías y los restaurantes de servicio completo, modelos de restauración que le son más familiares, frente a los locales de comida rápida. No obstante, este grupo no desdeña los nuevos patrones de consumo y se apunta a tendencias como la demanda de hamburguesas o la comida a domicilio.
Al desglosar por canal, casi nueve de cada diez visitas de estos consumidores a la restauración se dirigen a cafeterías (35%), restaurantes de servicio completo (27%) o bares de tapas (25%), mientras que solo en un 4% de las ocasiones optan por establecimientos de comida rápida, frente al 12,5% del resto de la población (0-49 años).
Con estas preferencias, el peso de los mayores en las cadenas organizadas aún dista mucho del resto de grupos de edad: solo en un 14% de sus visitas a la restauración acude a establecimientos de cadenas, mientras que el porcentaje sube al 31% en la población de hasta 49 años.
El consumidor sénior es menos “atrevido” a la hora de probar nuevos establecimientos, pero también es más fiel que los grupos de edad más jóvenes.
Además, están igualmente preocupados por las tendencias saludables; demandan más comodidad y conveniencia, pidiendo más a domicilio; y cuando llega la hora de la indulgencia, las hamburguesas ganan importancia en sus comandas.
Un colectivo ‘mañanero’
El 45% de las visitas del consumidor por encima de los 50 años se concentra en las mañanas: tanto el desayuno (25%) como la media mañana (20%) son sus ocasiones principales de consumo, junto con la comida (24%). Por su parte, la cena es el momento del día en el que más alejados están los mayores -solo el 15% de sus visitas a la restauración se realizan en esta franja horaria- de la población más joven (25%).
Por otro lado, cuando el sénior consume fuera de casa lo hace generalmente en grupos más pequeños que la población de hasta 49 años: casi seis de cada diez visitas de los mayores son individuales o con otra persona.