InicioProtagonistasRoberto Solsona: "Debemos ver la adaptación a la normativa como una oportunidad"
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Roberto Solsona: «Debemos ver la adaptación a la normativa como una oportunidad»

Una entrevista de Javier Mesa

Sostenibilidad ambiental, eficiencia energética y renovación del parque marcan la actualidad del sector del equipamiento del frío en la Unión Europea. Analizamos los retos a los que se enfrentan hosteleros y proveedores de maquinaria en relación con esta realidad con Roberto Solsona, presidente de la Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologias (AEFYT).

— ¿Cuáles son los principales retos para los fabricantes e instaladores de equipamiento de frío en 2019?
Los diferentes subsectores que abarcan la industria del frío están abordando un importante cambio tecnológico marcado por la sostenibilidad ambiental y la eficiencia energética –con la introducción de nuevos fluidos de bajo Potencial de Calentamiento Atmosférico e instalaciones frigoríficas más eficientes- y por la transformación digital que afecta, sobre todo, a los sistemas de control de instalaciones. En paralelo, nos encontramos ante el gran reto de luchar contra el tráfico ilegal de gases refrigerantes, para lo que necesitamos el apoyo e implicación de las Administraciones, y contra el intrusismo profesional con la formación como mejor garantía de profesionalidad como nuestra bandera en este sentido.

— ¿La agenda estará marcada únicamente por las adaptaciones a las normativas?
Las normativas nos imponen, sin duda, un calendario riguroso. Cabe mencionar en este sentido el Reglamento F-Gas y la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, así como los objetivos generales de reducción de emisiones de la Unión Europea. Sin embargo, como bien dice, no es el único factor. La competitividad del mercado hace que los propios actores del mismo se hayan adelantado, en muchas ocasiones, a la propia normativa. Debemos concebir la adaptación a la normativa como una oportunidad para ser más competitivos.

— ¿Qué grado de sensibilidad perciben entre los actores de la hostelería y el retail para afrontar una renovación de sus equipamientos?
Tanto el sector horeca como la distribución alimentaria están muy concienciados sobre la necesidad de alcanzar altos grados de eficiencia energética y de reducir emisiones. Sin embargo, tenemos que ser conscientes de la alta inversión que implica la renovación de equipos y echamos de menos un apoyo administrativo más rotundo para ayudarles a realizar el cambio. La propuesta que hemos lanzado desde AEFYT es destinar la recaudación del Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero a los usuarios de sistemas de frío ya que las ayudas aprobadas hasta el momento son totalmente anecdóticas.

— ¿Se ha permeabilizado esa preocupación social por la sostenibilidad a los agentes del sector?
Sí, tanto el sector del frío –fabricantes e instaladores- como los usuarios finales están totalmente concienciados y, además, saben que la sostenibilidad es un factor de competitividad. El problema, como decía antes, está en la necesidad de abordar la inversión que promueva el cambio.

— ¿Cómo se están adaptando los fabricantes a la nueva realidad?
Los fabricantes de equipos de refrigeración, al igual que los fabricantes de gases refrigerantes y los instaladores, han hecho un gran esfuerzo de innovación para adaptar sus equipos, productos e instalaciones frigoríficas a las nuevas demandas relacionadas con la eficiencia energética y la reducción de emisiones a la atmósfera. Los gases refrigerantes son solo responsables del 0.8% de las emisiones de gases de alto potencial de calentamiento global a la atmósfera pero, a pesar de ello, se ha demandado un gran esfuerzo al sector del frío. La industria ha respondido con un gran sentido de la responsabilidad, a pesar de que han sido años duros, coincidiendo con los últimos coletazos de la crisis económica y con subidas impositivas, como el Impuesto de Gases Fluorados de Efecto Invernadero (IGFEI), que han restado competitividad al sector español del frío. Pero las empresas han demostrado una gran fortaleza y ahora estamos en condiciones de afrontar el cambio tecnológico como una oportunidad.

roberto solsona presidente de aefyt
Roberto Solsona durante su intervención en HostelShow y Expo Foodservice 2018. Foto: Xavi Gómez ©

— Y, por parte de la Administración, ¿existe algún plan de ayuda o promoción para mejorar la adaptación al nuevo marco normativo europeo?
En septiembre se publicó en el BOE el Real Decreto 1114/2018 por el que se regula la concesión de subvenciones para la implantación de instalaciones de refrigeración basadas en tecnologías alternativas a los HFC en supermercados e hipermercados. El Plan PIMA FRÍO está dotado con 1,5 millones de euros, una cantidad a todas luces insuficiente para los más de 23.000 establecimientos que existen en España. La respuesta a su pregunta sería “prácticamente no”.

— Vivimos un momento de transformación de la hostelería. Los pequeños bares cambian de manos o cierran para dar paso a cadenas que renuevan el equipamiento. ¿Han notado un aumento de la demanda de equipos en este sentido?
Ya sea porque los establecimientos cambien de manos o, simplemente, por la necesidad de modernizar los mismos, la renovación del equipamiento frigorífico sigue criterios de sostenibilidad medioambiental, lo que incluye la limitación de emisiones y la eficiencia energética. Por lo tanto, vivimos un momento interesante que, como decía anteriormente, se presenta como una gran oportunidad de mejora.

— ¿Qué tendencias observan desde su posición en la demanda de equipos de frío por parte del cliente final?
Por motivos económicos derivados, por ejemplo, del alto coste de la electricidad, y por motivos de concienciación ambiental, que también trasladan a sus propios clientes, los conceptos de sostenibilidad medioambiental y de eficiencia energética son la gran tendencia. El cliente final demanda, además, instalaciones sencillas de mantener y, por supuesto, seguras.

— ¿El diseño y la capacidad de exposición de producto han cobrado mayor importancia en los últimos años?
En línea con la renovación de los locales de la que hablábamos antes, que los muebles puedan ser fácilmente integrados en el diseño global del local es importante. En todo caso, me gustaría hablar de otro tipo de diseño que contribuye radicalmente a nuestros objetivos de eficiencia energética. Se trata del ecodiseño que, con medidas como la instalación de puertas en los armarios frigoríficos, consigue interesantes ganancias energéticas y que está experimentando también grandes avances.

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— ¿Cuáles son los principales retos para los fabricantes e instaladores de equipamiento de frío en 2019?
Los diferentes subsectores que abarcan la industria del frío están abordando un importante cambio tecnológico marcado por la sostenibilidad ambiental y la eficiencia energética –con la introducción de nuevos fluidos de bajo Potencial de Calentamiento Atmosférico e instalaciones frigoríficas más eficientes- y por la transformación digital que afecta, sobre todo, a los sistemas de control de instalaciones. En paralelo, nos encontramos ante el gran reto de luchar contra el tráfico ilegal de gases refrigerantes, para lo que necesitamos el apoyo e implicación de las Administraciones, y contra el intrusismo profesional con la formación como mejor garantía de profesionalidad como nuestra bandera en este sentido.

— ¿La agenda estará marcada únicamente por las adaptaciones a las normativas?
Las normativas nos imponen, sin duda, un calendario riguroso. Cabe mencionar en este sentido el Reglamento F-Gas y la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, así como los objetivos generales de reducción de emisiones de la Unión Europea. Sin embargo, como bien dice, no es el único factor. La competitividad del mercado hace que los propios actores del mismo se hayan adelantado, en muchas ocasiones, a la propia normativa. Debemos concebir la adaptación a la normativa como una oportunidad para ser más competitivos.

— ¿Qué grado de sensibilidad perciben entre los actores de la hostelería y el retail para afrontar una renovación de sus equipamientos?
Tanto el sector horeca como la distribución alimentaria están muy concienciados sobre la necesidad de alcanzar altos grados de eficiencia energética y de reducir emisiones. Sin embargo, tenemos que ser conscientes de la alta inversión que implica la renovación de equipos y echamos de menos un apoyo administrativo más rotundo para ayudarles a realizar el cambio. La propuesta que hemos lanzado desde AEFYT es destinar la recaudación del Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero a los usuarios de sistemas de frío ya que las ayudas aprobadas hasta el momento son totalmente anecdóticas.

— ¿Se ha permeabilizado esa preocupación social por la sostenibilidad a los agentes del sector?
Sí, tanto el sector del frío –fabricantes e instaladores- como los usuarios finales están totalmente concienciados y, además, saben que la sostenibilidad es un factor de competitividad. El problema, como decía antes, está en la necesidad de abordar la inversión que promueva el cambio.

— ¿Cómo se están adaptando los fabricantes a la nueva realidad?
Los fabricantes de equipos de refrigeración, al igual que los fabricantes de gases refrigerantes y los instaladores, han hecho un gran esfuerzo de innovación para adaptar sus equipos, productos e instalaciones frigoríficas a las nuevas demandas relacionadas con la eficiencia energética y la reducción de emisiones a la atmósfera. Los gases refrigerantes son solo responsables del 0.8% de las emisiones de gases de alto potencial de calentamiento global a la atmósfera pero, a pesar de ello, se ha demandado un gran esfuerzo al sector del frío. La industria ha respondido con un gran sentido de la responsabilidad, a pesar de que han sido años duros, coincidiendo con los últimos coletazos de la crisis económica y con subidas impositivas, como el Impuesto de Gases Fluorados de Efecto Invernadero (IGFEI), que han restado competitividad al sector español del frío. Pero las empresas han demostrado una gran fortaleza y ahora estamos en condiciones de afrontar el cambio tecnológico como una oportunidad.

roberto solsona presidente de aefyt
Roberto Solsona durante su intervención en HostelShow y Expo Foodservice 2018. Foto: Xavi Gómez ©

— Y, por parte de la Administración, ¿existe algún plan de ayuda o promoción para mejorar la adaptación al nuevo marco normativo europeo?
En septiembre se publicó en el BOE el Real Decreto 1114/2018 por el que se regula la concesión de subvenciones para la implantación de instalaciones de refrigeración basadas en tecnologías alternativas a los HFC en supermercados e hipermercados. El Plan PIMA FRÍO está dotado con 1,5 millones de euros, una cantidad a todas luces insuficiente para los más de 23.000 establecimientos que existen en España. La respuesta a su pregunta sería “prácticamente no”.

— Vivimos un momento de transformación de la hostelería. Los pequeños bares cambian de manos o cierran para dar paso a cadenas que renuevan el equipamiento. ¿Han notado un aumento de la demanda de equipos en este sentido?
Ya sea porque los establecimientos cambien de manos o, simplemente, por la necesidad de modernizar los mismos, la renovación del equipamiento frigorífico sigue criterios de sostenibilidad medioambiental, lo que incluye la limitación de emisiones y la eficiencia energética. Por lo tanto, vivimos un momento interesante que, como decía anteriormente, se presenta como una gran oportunidad de mejora.

— ¿Qué tendencias observan desde su posición en la demanda de equipos de frío por parte del cliente final?
Por motivos económicos derivados, por ejemplo, del alto coste de la electricidad, y por motivos de concienciación ambiental, que también trasladan a sus propios clientes, los conceptos de sostenibilidad medioambiental y de eficiencia energética son la gran tendencia. El cliente final demanda, además, instalaciones sencillas de mantener y, por supuesto, seguras.

— ¿El diseño y la capacidad de exposición de producto han cobrado mayor importancia en los últimos años?
En línea con la renovación de los locales de la que hablábamos antes, que los muebles puedan ser fácilmente integrados en el diseño global del local es importante. En todo caso, me gustaría hablar de otro tipo de diseño que contribuye radicalmente a nuestros objetivos de eficiencia energética. Se trata del ecodiseño que, con medidas como la instalación de puertas en los armarios frigoríficos, consigue interesantes ganancias energéticas y que está experimentando también grandes avances.

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