El uso de revestimientos y pavimentos de seguridad de PVC está cada vez más extendido en el hotelero. Sus ventajas en el plano de la seguridad son claras, ya que contribuyen a evitar riesgos de accidentes por caídas y resbalones; pero también son muy prácticos, higiénicos y fáciles de limpiar y mantener. Sin embargo, para que un suelo de PVC conserve intactas sus propiedades antideslizantes y de fácil limpieza durante toda su vida útil hay que seguir unas directrices, simples pero necesarias.
- Seguir un programa de limpieza periódica adecuado para el uso y tránsito de la zona.
- Emplear productos químicos de limpieza recomendados en la concentración adecuada y no mezclar productos líquidos de limpieza.
- No utilizar limpiadores que contengan aceite de pino.
- Dejar tiempo suficiente para que actúe el producto de limpieza.
- Recurrir a la fricción para despegar la suciedad.
- No utilizar nunca esponjas o limpiadores abrasivos.
- Eliminar regularmente las marcas del suelo. En caso de marcas generadas por la abrasión provocada por los tacones, debe emplearse una máquina rotativa adecuada o frotar a mano con el detergente en polvo adecuado.
- Aplicar el producto a la temperatura adecuada. Los equipos que proyectan chorros de agua caliente pueden provocar daños y deben utilizarse con precaución y siempre a una distancia mínima de 60 cm, sin superar en ningún caso la temperatura máxima recomendada.
Ya por último, la limpieza de estas superficies puede ser mecánica, manual y al vapor, y los sistemas y productos a utilizar estarán en relación al tipo de suciedad a eliminar. Así, el primer paso será identificar el origen de la suciedad del entorno a limpiar, ya sea ésta orgánica (bacterias, virus, hongos, comida, etc.) o inorgánica. En el primer caso será necesaria la desinfección o la limpieza al vapor.