El IEE pronostica pérdidas del 10 por 100 para el sector

Debido a la reforma de la ley antitabaco

La hostelería es un sector estratégico para la economía española, que cuenta con una participación en el PIB nacional por encima del 7 por 100. Además, emplea al 7,2 por 100 de la población total en España, lo que supone millón y medio de empleados. La crisis económica Este sector ha provocado pérdidas desde 2008, con una reducción de ventas del 13,4 por 100, que ha llevado consigo una caída de la actividad del 4,5 por 100 y del empleo del 2 por 100. Pues bien, en el estudio se concluye que, de implementarse la ley en sus términos inicialmente contemplados, el sector sufriría un ajuste adicional de ventas del orden del 10 por 100, en el escenario más probable, que llevaría consigo una reducción de su producción del 3 por 100 y una pérdida de empleo del 3,5 por 100.

Según el estudio, transcurridos cuatro años desde la entrada en vigor de la Ley 28/2005, «se ha demostrado la efectividad de la lucha contra el tabaquismo, tanto en lo que se refiere a la prohibición de fumar en lugares públicos como en las medidas encaminadas a potenciar la deshabituación del tabaco y el objetivo de erradicar, a medio y a largo plazo, el hábito de fumar. Así, se han reducido la prevalencia de consumo diario de tabaco y la mortalidad por tabaquismo. La exposición al humo ambiental se ha reducido en todos los ámbitos del 50 por 100 al 20 por 100, desde el 2005, y en España el sector de la hostelería ha colaborado activamente en ello con la habilitación de más del 50 por 100 de la superficie de estos establecimientos como espacios sin humos (en muchos casos, mediante la realización de costosas obras de adaptación, según exige la normativa), cuando no llegaban anteriormente ni al 0,5 por 100. Por lo tanto, la ley actual ya está siendo eficaz en sus cometidos, lo que, a su vez, es otro aval que desaconseja la instauración de la normativa analizada en el estudio, entendiendo que la regulación debe siempre intentar ponderar los costes que incorpora en términos marginales, que aquí son muy elevados, en relación con los pretendidos beneficios que persigue, que en la actual coyuntura son inexistentes o en el mejor de los casos, muy reducidos».