El estudio de campo ha sido realizado mediante encuestas contando con la participación de una muestra compuesta por más de 600 personas de diferentes zonas geográficas de España, y edades comprendidas entre los 55 y los 97 años.
En el aspecto de los productos tecnológicos se establecen como características prioritarias: la calidad y el precio, seguidos por criterios de utilidad, facilidad de uso y garantía. La edad resulta también un factor determinante, casi el 60 por 100 de las personas de entre 55 y 64 años afirma que realiza por sí mismo la compra de estos artículos. El porcentaje desciende entre las personas de 75 años hasta un 35,5 por 100, mientras que poco menos del 40 por 100 manifiesta que son los hijos los encargados de este tipo de compras.
Igualmente se ha observado que las personas mayores que tienen una cultura tecnológica aprecian sus posibilidades en facilidades para la vida cotidiana tanto de comunicación como de adquisición y consulta de información. Sin embargo, en la otra cara de la moneda, los ancianos que no están habituados al empleo de tecnologías demandan productos especialmente diseñados que posibiliten el empleo sencillo y útil por parte de los usuarios.
El objetivo principal de la investigación ha sido la de ampliar los conocimientos sobre los hábitos de compra, consumo, nivel de satisfacción y percepción de las personas mayores con los productos de la vida diaria, en función tanto de la tecnología base de estos productos como de las capacidades funcionales y percepción de necesidad.
