ICTE: el sector turístico apuesta por la calidad a pesar de la crisis

Según su última encuesta de calidad percibida

El Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), que ha presentado los resultados de la encuesta sobre calidad percibida elaborada entre los viajeros españoles que disfrutan de destinos nacionales, destaca el importante grado de reconocimiento que alcanzó en 2008 el distintivo Q y agregó que es una de las marcas más conocidas por el sector turístico español.
«En momentos de crisis la calidad es la mejor respuesta», recalcó el presidente de la institución, Miguel Mirones, quien apuntó al caso de Andalucía como ejemplo, ya que, tras invertir un millón de euros en 2008 en la implantación de la Q se ha convertido en la comunidad con más crecimiento de destino, pasado de un 14,6 a un 19,2 por 100 en la actual encuesta.
Con respecto a los resultados de la encuesta, se aprecian varias tendencias relacionadas directamente con la crisis económica y con el recorte del poder adquisitivo de los ciudadanos, en especial, el tipo de alojamiento utilizado, ya que los turistas nacionales se decantan ahora por las casas particulares y de amigos y familiares.
De hecho, el crecimiento del disfrute de casa, piso y amigos ha pasado del 3,3 hasta el 15,43 por 100, y el factor de invitación de familiares o amigos pasó a ser determinante en la elección del destino turístico por encima de otras variables como la belleza del destino, la tranquilidad o la oferta cultural.


Disminuye el gasto por persona
Otra de las tendencias relacionadas con la crisis está vinculada al gasto por persona y día en su destino turístico. Se ha registrado un significativo crecimiento en el número de personas que gastan entre 0 y 100 euros, hasta alcanzar el 62,68 por 100, frente a un descenso de las personas que gastan entre 101 y 300 euros, hasta el 28,3 por 100. Esto constituye, según destaca Mirones, uno de los mayores problemas del sector turístico ya que afecta directamente a la rentabilidad de los negocios del sector. Una situación ante la que se hace necesario «fomentar políticas para reactivar el consumo» para revertir estas tendencias y luchar contra los establecimientos ilegales a la vez que se fomentan los establecimientos reglados.
La buena noticia, según Mirones, es que se ha comprobado que los españoles «no renuncian a sus vacaciones» a pesar de la crisis económica, y lo que están haciendo es adaptándolas en función de su actual capacidad adquisitiva. Por tanto, algunas de estas tendencias podrían ser reversibles, si cambia la situación económica, en especial lo referente a alojamientos y gasto turístico.

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