Siguen las buenas noticias para el sector hostelero, en este caso particularmente al que concierne la zona pirenaica española. La hostelería ha batido récords esta temporada en el Pirineo gracias a la abundante nieve caída este invierno. Un ejemplo es el de un establecimiento a los pies de la estación de La Molina, Guitart la Molina Aparthotel, cuya ocupación es prácticamente completa desde que arrancó la campaña.
El director de este negocio, Pedro Olmos, explica que en sus once años en el cargo nunca había visto una afluencia de clientes «máxima» como sucede ahora. Olmos detalla que durante este invierno ningún fin de semana han quedado habitaciones libres y que, el resto de días, también la ocupación es prácticamente completa gracias a grupos de escolares que efectúan estancias de esquí.
El director de Guitart la Molina Aparthotel atribuye sin duda alguna el éxito de la temporada a «la cantidad y calidad de la nieve que ha caído, con casi dos metros de espesor».
El ritmo de ocupación ha sido sostenido desde el 16 de diciembre, según Pedro Olmos, quien precisa de todos modos que, el año pasado, ya se produjo un cambio de tendencia, gracias a la salida de la crisis económica. También ha contribuido este 2017 la coincidencia del 75 aniversario de la estación de La Molina.
