The Kave y Gallery, los dos nuevos espacios en formato club privado que lanza el Grupo Ramsés, llevan la firma de Ilmiodesign. El interiorismo de estos dos lugares privados, ubicados en el mismo edificio pero separados a través de un camino secreto -un recorrido de acceso exclusivo-, está pensado para crear una atmósfera cálida y sofisticada. En este proyecto 360º predominan diseños propios realizados ad-hoc, combinados con piezas de artesanos españoles y artistas internacionales.
Espacio Gallery
Se trata del espacio ubicado en la primera planta del edificio cuyas vistas dan directamente a la Plaza de la Independencia. Consta de cuatro áreas con diseños y piezas de mobiliario exclusivas, y a un sutil juego de iluminación.
Al adentrarnos en el espacio nos topamos con un versátil hall, a modo de recepción, que preside una gran lámpara en forma de kayak – una estructura que cruza todo el espacio y la barra del DJ. Esta se trata de una pieza única comprada en un anticuario parisino por el propietario del Grupo.
Contiguo a la recepción, por un lado, encontramos el espacio con las vistas a la Puerta de Alcalá que aloja una barra de coctelería típica de la época, diseñada por Ilmio y realizada en mármol verde Guatemala con madera de nogal.
También adyacente al hall, por el otro lado, se ubica un espacio de transición que cuenta con una gran mesa de madera de nogal que reina la zona, diseño de Majalasna Studio, cuya particularidad reside en la unión de las piezas macizas a través de unas tiras de madera.
El espacio con la gran barra, a modo de expositor, es la última estancia de Gallery antes de descender a The Kave. Así, Ilmio ha transformado una barra tradicional en algo lujoso: toda la encimera se ha resuelto como una gran hornacina, un gran expositor retroiluminado que realza el producto expuesto.
Espacio The Kave
A The Kave se accede descendiendo a través de un recorrido secreto que se inicia en Gallery. Esta clandestinidad es la clave para comprender el espacio, que mantiene una conexión visual y un registro estético con su antecesora, pero con un toque más nocturno, canalla y trasgresor, y una iluminación más tenue.
Se encuentra, en primer lugar, una doble barra central en chapa de latón envejecido con remaches. En su parte trasera hay un botellero en madera de nogal con espejo envejecido y en la superior un casetonado de madera teñido en burdeos con espejos. Otros elementos como la bancada de piel roja, los taburetes, las cortinas de terciopelo de inspiración 20’s o el suelo de roble espigado armonizan y nutren el espacio.
En la zona de exposición o cava, destacan delicados elementos ornamentales enrejados de latón envejecido, inspirados en las decoraciones de los edificios neoyorquinos de principios del siglo XX. Este semiprivado está presidido por una gran lámpara y una mesa de alabastro retroiluminado.
Una de las zonas con más peso estético en The Kave son los baños, cuyas paredes se ven envueltas en un papel que reproduce una imagen anónima del siglo XVI sobre el infierno y los siete pecados capitales, que han servido de inspiración.
Por último, otra peculiaridad es la presencia de un reloj que a modo de contador indica los días que faltan para su cierre.
